martes, mayo 19, 2020

Carta de una feminista mexicana a Alexandra Kollontay: te presento a una mujer nueva de mi tiempo




Ciudad de México, 10 de julio de 2018


Querida Alexandra Kolontay:

¿Recuerdas lo que te dije en la primera carta, sobre la fascinación al leerte, sobre mi admiración hacia tu escritura, tus historias y las mujeres-individualidad que nos presentas? Las ganas que me envolvieron de responderte, de tender un puente entre nosotras, entre nuestras contemporáneas grandiosas. Estoy lista para hablarte sobre las mujeres de mi tiempo.
Creyente de que el espíritu transformador se contagia, me he propuesto seguir este ejercicio epistolar como una posibilidad de configurar un diálogo contigo y con las mujeres que habitamos tu futuro; de estirar un hilo de cien años para seguir entretejiendo la épica femenina tomada de tu mano, fabular juntas, hablar de las nuevas mujeres, erigir mitos .
Esta serie de relatos-carta está dedicada a ti y a todas las existencias magníficas que he presenciado. A esas mujeres que son guías en las artes de lo inesperado, del suspiro y el paso cavilado, mujeres gurús de sueños consumados, mujeres pájaro, marea o sol incendiado, creadoras de música y sentido, libélulas danzando, magnolias recién nacidas brillando sobre un lago.
Conocí a Inma, que ahora se llama Kàra, en una manifestación del 8 de marzo, en La Paz, Baja California Sur, hace aproximadamente un año. Lo primero que llamó mi atención al verla fue su mirada de encanto frente a la vida, en sus ojos había una mezcla de pasión, asombro y alegría. Andaba de aquí para allá, como buscando algo. Traía un peinado diferente, usaba rastas. Su presencia abría paso. Hubo intercambio de miradas, y aunque esa tarde no nos hablamos, sí marchamos y gritamos juntas.
Al día siguiente coincidimos en un curso que organizaba el Frente Feminista Nacional, ahí nos presentamos, me dijo que era nacida en España, feminista radical, viajera.  Desde el primer momento nos sonreímos, ya luego compartimos ideales, nos abrazamos, nos encontramos en la lucha, abrimos las vías de contacto. Algo se movió entre nosotras que no quisimos alejarnos, eso me emocionó.
A mí me había enloquecido su historia, rápidamente la supe heroína de mi época. Tenía frente a mí a una mujer rebelde, nómada. Resulta que Kàra, a finales de 2013 dejó su trabajo y dejó su forma de estar en la vida, se renovó, inició un proceso de búsqueda y deconstrucción, que ahora mismo sigue desde algún paradisíaco lugar en Oaxaca, México.
Mi ahora amiga, en 2013 decidió que cada día sería diferente, que su vida entera sería una infinidad de aventuras, de historias, universos, gente. Desde esa transformación y decisión trascendente, Kàra se dedica a viajar por el mundo, en furgoneta, acompañada por David, en un viaje solidario.

¿Cómo no admirarla?
Allá en La Paz, yo en ese momento era profesora universitaria, invité a Kàra y a su pareja a conversar con dos de los grupos de ese momento; recuerdo que las y los alumnos se mostraron suma inspiración con las vidas de estas personas, les hicieron muchísimas preguntas. Luego de esos eventos, les presenté a un amigo y una amiga, fuimos a cenar. Después acampamos en la playa, conversamos alrededor de una fogata, admiramos la luna. 
Kàra y yo hemos compartido lecturas, conferencias, secretos, carcajadas. Y así hemos coincidido, afortunadamente. Por eso elegí a Kàra como la primera mujer célibe de esta correspondencia, porque es una mujer que inspira, un alma viajera apasionada por la vida, una feminista aguerrida.

Kàra es una mujer que procura dejar huella en el mundo, que comparte, aprende y construye, que se interesa por las demás. Para ella la vida siempre es una nueva oportunidad, y ha llevado hasta lo profesional esta necesidad intrínseca de cooperar siempre con las demás personas, de sumarse a la transformación política y social, ética. Una las mayores satisfacciones de ella, es ayudar a mejorar las circunstancias vitales de los niños, niñas y mujeres del mundo, y lo hace a través de este viaje y cooperación que ahora es su vida.  

Kàra es parte esencial de un proyecto llamado Road 2 Help – un viaje solidario, y es desde allí donde se involucran en proyectos de cooperación y desarrollo en cada comunidad que visitan. Han recorrido Nepal, Malasia, Singapur, Indonesia, México… Kàra realiza talleres, charlas y conferencias feministas sobre violencia machista, educación para la igualdad y emprendimiento social. De igual manera día a día se dedica a invitar a las demás a cuestionar y mejorar su situación; nos invita con su ejemplo a vivir intensamente la vida.
Kàra considera fervientemente que el sentido de la vida está en convivir respetuosamente, superarse a una misma, disfrutar cada vez más, mejorar continuamente, crecer; salvar el mundo. Salvarse.

¿Cómo no apreciar su existencia, su individualidad?
Como ya te conté, ahora mismo Kàra pasa los días de julio en Oaxaca, se despierta sin despertador, dedica tiempo al calor de las caricias y al juego, a nutrir la mente y el espíritu, a alimentar al cuerpo; disfruta coser, pintar, estudiar, coincidir con sus amigas o realizar acciones solidarias. Siempre está explorando y aprendiendo de las personas y el lugar a donde llega.
Ésta mujer nueva de mi tiempo, esta mujer célibe nombrada Kàra, es un ser en transformación continua. Es una oveja negra. Una mujer libre. Una hippie maravillosa. Es una líder innata. Una radical. Una gran amiga. Una individualidad que procura que este paso por la vida, sea lo más disfrutable posible, para ella y las demás.

Verdaderamente me regocija conocer a mujeres como ella, que sea mi compañera de lucha feminista. Ella tiene una gran responsabilidad con todas nosotras, siempre busca cómo aportar en el arduo trabajo que es la deconstrucción del patriarcado.  Es sumamente consciente de la situación de discriminación hacia nosotras, la vive en esa vida viajera, y justo como respuesta, mujeres como tú y como ella, reafirman su existencia con coraje y alegría, con trabajo y un alma creativa.

Kàra es una mujer plena, feliz, disciplinada, empática, resiliente, valiente, intensa. Sé que si la conocieras, harían la revolución juntas, se unirían contra el patriarcado, y eso me gusta, me da un poco de descanso, porque vislumbro esperanza y consciencia de lucha para todas. Allá puedo ver el brillo de la utopía.

Me halaga conocer mujeres como Kàra, presentártelas, hablarte de ellas. Deseo que muchas más mujeres apostemos por la libertad, cualquiera que sea nuestro ideal sobre ella, con que nos sea real, con que nos haga ser y sentir verdaderas, plenas.

Te comparto una foto de ella:



Te escribo pronto, te daré noticias de otra nueva mujer de este tiempo.



Mar.

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