Foto: Sandra Muñoz
Me gustaría aclarar que no soy una experta en poesía,
pero me apasiona leerla; creo que la poesía es siempre un buen remedio para el
frío en el alma y buena cómplice para la vida, así que fue por esa pasión por
la poesía que me entusiasmé mucho con la idea de presentar este libro, y debo
decir que el aceptar encantada Rumoroso Delta, incluso antes de leerlo, fue
porque disfruto mucho la poesía de Justine Hernández. Desde entonces el viaje
ya prometía.