miércoles, mayo 09, 2018

ESCRIBIR

Diario de escritura: 

¿Qué humor será el idóneo para escribir? ¿Qué importancia merece el lugar en el que se inicia este ritual? ¿Nacen las ganas así de la nada, las ves venir? ¿Utilizas algún tipo de almohada para entrar en este devenir? ¿Cómo te acomodas? ¿Has notado qué sensación o proceso se produce en el cuerpo al escribir? ¿Logras sentirlo?
¿De cuántas formas lo has hecho?

¿Qué se siente escribir a mano en un cuaderno, en una computadora, una máquina de escribir, qué tal en la arena o en el cuerpo, en una manta o en el viento?
¿Se cansa el cuerpo de escribir? ¿Dependerá de la posición en la que se esté, del tiempo de escritura, o de lo que se cuenta allí? ¿Se cansa una de abrazar esa máscara en esta vida? ¿Alguna vez se vence al dragón con una letra, o sólo –sola- peleas contra la eternidad?
¿Puede transformarse una al escribir? ¿Crees en el poder alquímico de las palabras? ¿Con la escritura, una se transforma psíquica o físicamente? ¿Qué resulta más fácil, escribir sobre lo que se ha vivido o sobre lo que se ha deseado experimentar? ¿Existe algo que realmente se pueda inventar? ¿O todo es invento? ¿Podrá curarnos la escritura? ¿Podrá llevarnos a algún lugar que no sea este? ¿Desaparecerá alguna vez de nuestro ser?
¿Qué es la escritura dentro de eso desconocido que somos? ¿Cómo surge? ¿Cómo es que se introyecta un acto tan sublime y metafísico, en algo corrompible como nuestro cuerpo?
¿Cómo se escribe sobre sí misma? Ella. ¿Cómo te conviertes en personaje de las historias de las que eres a la vez Demiurga? ¿Qué se siente? ¿Qué te empuja a serlo y hacerlo? ¿Cómo se sabe cuándo se concluye la escritura? O ¿acaso escribir es un ejercicio continuo, perenne, que se retoma cada vez que el mismo ser decide comenzar a andarle; una cosa a la que se retorna infinitamente?
Si la escritura surge desde nuestro ser, ¿cómo no temer al hecho de reconocerte, de observarte desde afuera; o desde un dentro que sigue viendo más adentro? ¿Acaso se trata de una forma de múltiples espejos? ¿Infinitos?
¿Cómo no aterrorizarse frente a la idea de quedarse sin la capacidad de invocar el reflejo nuestro?
¿En algún momento de nuestra vida la escritura nos pertenece, o somos nosotras las que le pertenecemos?

¿Cómo pudo mi alma jíbara encontrarse con la escritura, y comenzar a andar a través de ella? ¿Ella a través de mí? ¿Ha sido la escritura una forma de guarida elegida por mi existencia individual en un intento de salvarse, o de ser eterna? ¿O sólo es la eternidad misma que se manifiesta?

Mar.

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