miércoles, octubre 14, 2015

Soledades



Rodeadas por el violáceo ponto de la vida hay mujeres que nacemos isla; acogedoras y peligrosas, atravesadas por grutas que resguardan fuego, milenarios y húmedos silencios. Ambiguas. A punto de hundirnos o resurgir hemos transcurrido el tiempo. Descubriéndonos a solas, vivimos, hurgando en lo que nos conecta con el centro.


Todas las mujeres isla llevamos una caverna dentro, la contenemos; somos luz y sombra, somos espejo. Basta con reconocernos, interrogarnos, para saber si somos el hombre que se libera o las garras que le devoran a su regreso.

La condición de la isla es saberse sola, quimérica, ingobernable; es vencer cada noche al yo implacable, recorrer nuestros límites y posibilidades. Percibir el aroma del tesoro que resguardas, saber que se oculta en todas y ninguna parte.

Escuchar a solas el eco de las gotas infinitas de tu savia, impele a arder por dentro, nos lleva a convertimos en mujeres volcánicas cantando cenizas al viento.


Gritamos ser mujeres isla, soledades adyacentes que no se tocan, ni se escuchan; ni se besan, ni se hablan; aunque sabemos que de alguna forma somos una, estamos entrelazadas.

Mar.

1 comentario:

  1. Me cautivó toda la composición, pero el knockout fue c o n t u n d e n t e. Vamos "archipielagándonos" (deviniendo archipiélago) pronto. Besos y abrazos.

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